María I, nació el 18 de febrero de 1516 y murió el 17 de noviembre de 1558. Ella fue la reina de Inglaterra e Irlanda desde julio 1553 hasta su muerte. Su brutal persecución de los protestantes hizo que sus oponentes le dieran el sobrenombre de "Bloody Mary". Ella era la única hija sobreviviente nacida del matrimonio desafortunado de Enrique VIII y su primera esposa, Catalina de Aragón. María es recordada principalmente por devolver violentamente Inglaterra al catolicismo. Muchos protestantes prominentes fueron ejecutados por sus creencias que condujeron al apodo de "Bloody Mary". Por temor a la horca más de 800 protestantes abandonaron el país, sin poder regresar hasta su muerte.
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